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¿Cómo cuidar los pisos flotantes y de madera de su próxima vivienda?

La mayoría de las personas no sabe cómo realizar una adecuada mantención de sus pisos de madera o fotolaminados y tampoco conoce los productos idóneos para efectuar una óptima limpieza. A futuro, esto se puede traducir en graves daños al piso de su inmueble. Aquí algunos consejos.

Mantener sus pisos de madera relucientes no es una tarea fácil. No todos los productos que se venden actualmente en el mercado son los adecuados para limpiarlos, de hecho algunos pueden significar que estos se vean aún más sucios.

Es por esto que, desde 1996, G. Weidlin & Cía. Ltda ha apostado por traer a Chile productos suecos especialmente diseñados para pisos de madera y flotantes, para su instalación, cuidado, reparación y todo tipo de problemas que se puedan presentar en ellos. “Tenemos la importación exclusiva de los productos Bona, empresa sueca especializada en resolver este tipos de problemáticas, por lo que son de muy buena calidad”, señala Alfred Weidlin gerente comercial de G. Weidlin & Cía. Ltda.

La empresa distribuye una variada gama productos para el vitrificado de los pisos de madera, especialmente diseñados para su larga duración, tanto para lugares de tránsito de hogar como para de tránsito intenso, como en los halls de entrada de los edificios.

Ofrece soluciones para la mantención de cada tipo de piso, bajo el concepto de “life time suport”, esto significa que durante toda la vida útil del piso, siempre va a existir un producto Bona que permita reparar, abrillantar o limpiar su superficie.

Los pisos fotolaminados o vitrificados requieren relativamente de poco mantenimiento, pero éste debe ser el adecuado. “Aplicar cualquier producto puede significar que el piso se vea rallado o que se levante si se utiliza mucha agua. Con los años, esto puede significar tener que cambiar todo el piso, con un costo mil veces mayor”.

Para la dueña de casa

Bonacare es una nueva línea que próximamente será distribuida en las grandes tiendas y que está diseñada en forma mucho más amigable para la dueña de casa, ya que viene listo para ser utilizado, no requiere dilución. Son productos fáciles de aplicar, por lo que aseguran un buen resultado a un precio bastante económico.

Servicio de limpieza

Si el piso tiene un problema o está sucio o rayado, la empresa Vetha ofrece un servicio de limpieza en terreno, tanto para particulares como para inmobiliarias que tengan en malas condiciones sus pisos para la entrega a los nuevos propietarios.

Vetha ofrece sus servicios a las inmobiliarias en la etapa de entrega y postventa. “Las inmobiliarias generalmente no cuentan con gente especializada que entienda bien cómo resolver profesionalmente los problemas de los pisos en forma rápida, con productos adecuados y personal entrenado. Se hacen muchos intentos de limpieza, que finalmente no solucionan sino que agravan la situación, significando mayores costos y desprestigio para la empresa constructora”, afirma Alfred Weidlin.

El ejecutivo recomienda a las inmobiliarias que sean proactivas, “nosotros les podemos entregar recomendaciones e instrucciones para que se las entreguen a los dueños de casa en las especificaciones técnicas”. De este modo, si tienen un problema puede llamar directamente a G.Weidlin & Cia.Ltda. y así evitar que este se transforme en un asunto de postventa.

Para mayor información:


- G. Weidlin & Cía. Ltda. Avenida Las Condes 9539. Fono 2298775.
- Vetha. Manquehue Sur 1810. Fono 2025113.


Fuente: Portal Inmobiliario

¿Qué implicancias tiene vivir en comunidad?

Habitar un edificio de departamentos o un condominio de casas significa cumplir con un serie de normas, como respetar el reglamento interno, pagar los gastos comunes puntualmente e informarse del desempeño del comité de administración y del administrador de su proyecto.

Un condominio o copropiedad son los terrenos o construcciones (por ejemplo un conjunto de viviendas), donde coexisten bienes que son de todos y bienes que son de cada propietario. Por lo general, corresponden a edificios de departamentos o de casas que se han construido sobre un terreno común. También existen condominios donde coexisten terrenos de propiedad común y de propiedad exclusiva, éstos corresponden a condominios en extensión y están constituidos por casas.

Pero, ¿cómo se regula la vida en comunidad en estos condominios? Para organizarse como copropiedad y otorgar una adecuada administración, los copropietarios deben ceñirse a la Ley 19.537 de Copropiedad Inmobiliaria, la que establece la composición del sistema de administración y sus facultades, además del respectivo reglamento de copropiedad. Los tres órganos de administración que establece la Ley son: la Asamblea de Copropietarios, el Comité de Administración y el Administrador.

Gonzalo Jiménez Cocq, director comercial de GastosComunes.com, explica que hay una serie de puntos que la gente debe considerar cuando compra un departamento o una casa emplazada en un condominio:

Fondo operacional inicial: Muchas personas no tienen contemplado este dinero al momento de comprar una propiedad nueva. De hecho, la gente no entiende para qué sirve este dinero (que se cobra una vez, al momento de firmar el acta de entrega del inmueble). Este monto generalmente asciende a una o dos mensualidades de los gastos comunes y se cobra para poder pagar los gastos iniciales del edificio como el sueldo de los conserjes y administración, junto con los gastos de luz, agua y gas. “Este permite darle operatividad financiera al edificio y pagar sus cuentas al día”, señala Gonzalo Jiménez.

Convivencia: Hoy en día existe una fuerte migración de casa a departamento. Sin embargo, las personas no se dan cuenta que no es lo mismo habitar una casa independiente, que vivir en un edificio o en un condominio.

El reglamento del edificio considera una serie de normas que hay que cumplir para lograr una sana convivencia y que pueden restringir la libertad de los propietarios. Por ejemplo, existen restricciones en la tenencia de mascotas; se deben respetar las especificaciones técnicas y pedir autorización para –por ejemplo- realizar ampliaciones, pintar las murallas de las terrazas, poner antenas de televisión, poner persianas en la ventanas, etc.

Otros temas que generan conflictos son las fiestas, los ruidos molestos dentro de los departamentos y el uso de los estacionamientos de visita.

También se regula el uso de los facilities o espacios comunes del edificio, como piscina, sauna, sala de juegos, quincho, salón de eventos, gimnasio, etc. No sólo hay que mantener estos recintos, sino que también hay que reglamentar su utilización.

Gastos comunes: En el aspecto financiero, se pueden generar problemas por el tema de los gastos comunes, ya que hay personas que no entienden que es obligación cancelarlos mensualmente. Algunos propietarios alegan que no quieren pagar las mantenciones de los espacios comunes porque ellos no los utilizan o que no ocupan el ascensor debido a que viven en el primer piso.

Pero estas no son razones válidas para no pagar, porque, por definición, los gastos comunes son los gastos que deben hacer todos los copropietarios de manera obligatoria, para mantener y/o mejorar los bienes comunes.

En este sentido, es importante desarrollar las mantenciones necesarias para cuidar los activos del edificios, ya que los inmuebles pueden llegar a despreciarse si éstas no se realizan.

Para calcular lo que le corresponde pagar por gastos comunes a cada copropietario, se toma en cuenta el avalúo fiscal de la propiedad o unidad. Si el avalúo fiscal de todas las unidades del edificio es el mismo, se cancelará una cuota similar. El valor exacto debe ser establecido por la Asamblea de Copropietarios, sin perjuicio de que en el Reglamento de Copropiedad que se apruebe, establezca otra modalidad para fijar el monto de los gastos, sean éstos ordinarios o extraordinarios.

Información y participación: Es habitual escuchar que las personas reclaman porque no están de acuerdo con la normas del condominio, pero generalmente esos mismos copropietarios no se interesan por participar en las asambleas ni integrar el comité de administración. El dilema es que si no van a las reuniones, difícilmente se enterarán de las decisiones que se tomaron al interior de la comunidad.

Este problema se agrava por la existencia de una gran desinformación, ya que –generalmente- los administradores no entregan a los propietarios información sobre la gestión de la comunidad; sólo se limitan a dar a conocer el costo de los gastos comunes y la lista de morosos. Muy pocas administradoras dan un detalle de las operaciones, actividades y los costos del edificios.

“Nosotros hemos diseñado un informe de servicio al cliente, que se entregan a través de Internet y de cartas, donde se detalla la evolución de los centros de costos; un calendario de mantenciones realizadas en el edificio y su justificación; una ficha explicativa de consumo de agua caliente y caldera; se explica el prorrateo de los gastos comunes; se dan a conocer autorizaciones y reglamento; entre otros temas”, explica Gonzalo Jiménez.

Aclara que la labor de GastosComunes.com es ser consultores de administración, ya que no sólo cobran los gastos comunes, sino que definen y aplican la Ley de Copropiedad y, a su vez, se preocupan de solucionar los problemas que se van generando día a día en un edificio.

Para esto, la empresa ha incorporado una administradora que visita el edificio dos veces a la semana en un día y horario establecido. Y, además, a otra persona encargada de servicio al cliente, que va tres veces por semana y se preocupa de escuchar los problemas o consultas de los copropietarios.

“Todo esto permite realizar una gestión activa y hacer un levantamiento anticipado de los problemas que se puedan presentar dentro de la comunidad”, señala el ejecutivo. Afirma que la mayoría de las administraciones no realizan una buena labor por falta de comunicación con los copropietarios.

¿Dónde se puede recurrir para dar solución a los conflictos?

Cuando los conflictos, agotadas todas las instancias, no pueden ser resueltos al interior del condominio, el comité de administración, el administrador o los propios vecinos, podrán recurrir ante el Juez de Policía local y a la Municipalidad correspondiente. En los casos de no pago de gastos comunes, se debe recurrir al Juzgado de Letras respectivo.


Fuente: Portal Inmobiliario

Gastos comunes en edificios: Un tema a desmitificar

La mayoría cree que este ítem se dispara en la medida que haya más servicios comunitarios, como es la piscina y el sauna. Sin embargo, muchas veces esto no es tan así.

Por Ingrid Court, gerente general de Inmobiliaria Hogares

Mucha gente piensa que mientras más son los servicios de un edificio, mayores debieran ser los gastos comunes. Esto, sin embargo, no es tan efectivo al momento de revisar las cifras involucradas en los costos de algunos servicios.

Veamos. Un espacio de recreación que ha adquirido especial significado, sobre todo para quienes acceden a las construcciones más modernas de la ciudad, son las piscinas. El consumo de electricidad para el funcionamiento de las bombas de circulación del agua, utilizadas en la mantención de las piscinas, no supera los 12 mil pesos. Lo anterior considera un consumo para bombas de capacidad estándar de un kilo watt por hora (kw/h), que a un costo unitario de 75 pesos por kw/h, y un promedio de uso diario de cinco horas, alcanza apenas los 11.250 pesos mensuales.

A esto hay que agregar la mantención (cloro, limpieza, etc.) que significa un gasto mensual de entre 50 y 70 mil pesos. Con todo, la totalidad de gastos mensuales no supera los 90 mil pesos.

Otro servicio muy cotizado en estos agitados tiempos modernos son los saunas. Siguiendo el mismo método anterior, es posible establecer que este publicitado servicio está muy sobre valorado, ya que el consumo eléctrico bordearía de 10 a 20 mil pesos mensuales (dependiendo de la frecuencia de uso). Además, generalmente, las comunidades cobran al usuario del sauna tarifas de 1.000 a 1.500 pesos extras, con lo cual éste se autofinancia.

Si sumamos ambas cifras, el consumo aproximado en un mes, será de alrededor de 100 mil pesos, cifra que es prorrateada por toda la comunidad, implicando un costo de $500 a $1.000 mensual por propietario, para edificios entre 100 y 200 departamentos. Las salas comunes, gimnasios y otros recintos, igualmente implican un gasto muy bajo en mantención. Y la reposición de mobiliario o máquinas es cada 10 años o más.

El fuerte de los gastos comunes corresponde al consumo (gas y electricidad) y mantención de equipos básicos del edificio: ascensores, sistemas de agua (fría y caliente), calderas; y las remuneraciones del personal involucrado (conserjes, nocheros, aseadores, etc).

Por esa razón, la próxima vez que piense en un arriendo o compra, no se asuste con las instalaciones comunes. Ellas son un plus para su propiedad, que la mayoría de las veces requieren de costos muy bajos de mantención. Convengamos que es un agrado vivir en un edificio con piscina, sauna, gimnasio, sala de reuniones, y otros servicios adicionales; tener toda esta infraestructura a su disposición, para usarla cada vez que lo requiera y en su hogar es una gran comodidad que mejorará su calidad de vida.


Fuente: Portal Inmobiliario

¿Cómo se organiza la vida en comunidad?

La Ley de Copropiedad establece tres estamentos para administrar los condominios: la Asamblea de Copropietarios, el Comité de Administración y el Administrador. Aquí le contamos qué función cumple cada uno de ellos.

La Ley de Copropiedad señala que usted y sus vecinos además de ser propietarios de sus viviendas, son copropietarios de los bienes comunes del condominio, tales como, escaleras, plazas, los terrenos que rodean el primer piso, los accesos o jardines. Todos pueden usar estos bienes y a la vez, todos deben resolver sobre su cuidado y mantención.

La ley le permite a las personas organizarse para administrar su condominio. Esto es, decidir cómo mantener y administrar el condominio de acuerdo a sus necesidades.

Además, establece que cada condominio debe tener su Reglamento de Copropiedad, donde los vecinos definen sus propias normas de buena convivencia y administración del condominio. Por ejemplo: el uso de los bienes comunes, reglas en caso de ruidos molestos o si habrá cuota de gasto común.

Son bienes comunes el terreno donde está situado el condominio, las fachadas, los muros divisorios y soportantes, los terrenos que rodean el primer piso, los pasillos, las escaleras, las instalaciones de luz y agua, el alcantarillado, el equipamiento comunitario.

La ley también autoriza la inversión de recursos públicos (municipalidades y ministerios) para hacer mejoramientos en el condominio. Así, junto al aporte de los vecinos, se puede financiar, por ejemplo, el cierre del condominio.

La Organización del Condominio

La organización del condominio tiene una base fundamental: un grupo de vecinos convencidos de que es posible construir un mejor barrio entre todos. La Ley de Copropiedad propone tres instancias para administrar el condominio:

- Asamblea de Copropietarios: son las reuniones donde asisten todos los vecinos para tomar decisiones importantes sobre el condominio. Los acuerdos se toman por votación.

En la primera asamblea se debe designar a un Comité de Administración.

Existen asambleas ordinarias que se convocan por lo menos una vez al año, para que la administración de cuenta documentada de su gestión.

También se realizan asambleas extraordinarias, que son convocadas para tratar materias como la modificación del reglamento de copropiedad, cambio de destino de alguno de los inmuebles del condominio, ampliación o demolición de bienes comunes, arrendamiento de espacios comunes, remoción parcial o total del comité de administración, entre otras.

La ley obliga a llevar un registro de las sesiones de la asamblea en un libro de actas foliado, en que se deje constancia de la asistencia y de los acuerdos adoptados.

- Comité de Administración: es un grupo de copropietarios que dirigen las reuniones y representan a la Asamblea para la administración del condominio.

Debe implementar los acuerdos y las disposiciones del Reglamento de Copropiedad.

Su tarea es velar por los intereses de todos los copropietarios y auditar los gastos realizados por el administrador.

Se recomienda que esté integrado por a lo menos 3 personas, para tener un número impar al momento de las votaciones.

- Administrador: su misión es cuidar los bienes comunes, citar a asamblea y hacer cumplir el Reglamento de Copropiedad. Esta función la puede cumplir el presidente del Comité de Administración.

Además, el administrador debe cobrar a los copropietarios lo que se gasta, a través de los gastos comunes, y cuidar los activos, realizando mantenciones periódicas de los bienes comunas que lo necesiten.

En caso de contratarse un administrador, tiene que quedar constancia en el acta de la asamblea en que se tomó este acuerdo, la que debe ser reducida a escritura pública.

¿Con qué instrumentos se administra el condominio?

Con el Reglamento de Copropiedad , que es un respaldo legal para la organización del condominio. Éste establece normas de convivencia entre los vecinos, deberes y derechos en el uso de los bienes comunes, funciones y atribuciones de la administración.

Y a través del Plano del Condominio que señala los límites de la copropiedad, el uso y destino de todos los bienes.

Fuente: Portal Inmobiliario